Los palacios flotantes de Calígula

A 33 km al sur de Roma, la ciudad eterna, se encuentra el Lago Nemi, mismo en el que el emperador romano Calígula (12-42 d.c.) hizo construir dos gigantescos palacios flotantes para su descanso. El mayor de ellos medía 73 metros de eslora y 14 de manga, el menor sin embargo medía un poco más de ancho teniendo 71 metros de eslora y 20 de manga.

Ambas residencias veraniegas flotantes contaban con habitaciones, salones, baños y todo lo necesario para vivir cómodamente. Tenían pisos de mármol, agua corriente por tubería y hasta drenaje.

Si bien eran embarcaciones propiamente dichas por estar flotando en todo momento, la realidad es que no fueron hechos para navegar dado que siempre estuvieron dentro de un pequeño lago. En esencia fueron uno de los tantos caprichos del emperador que llegó a hacer cónsul a su caballo.

A la muerte de Calígula los palacios flotantes fueron hundidos por sus enemigos. Lograron ser rescatados a iniciativa de Mussolini a principios del siglo XX, pero desgraciadamente una batalla librada durante la segunda guerra mundial hizo que los palacios se incendiaran y se perdieran para siempre.

Emperador Calígula (imagen con permiso Pixabay)